La cabeza de Palacio

por Invitado Lun Feb 07, 2011 8:48 am

El rey quería el mejor palacio, para ello requirió los servicios del mejor arquitecto. Este rey no quería que ningún otro monarca tuviera otro palacio como suyo, por este motivo cuando el arquitecto termino su obra el rey le pregunto que si podría proyectar otro palacio igual, el arquitecto le respondió afirmativamente. El monarca intento persuadirle de que nunca proyectara otro palacio semejante al suyo, ante la insistente afirmación del arquitecto, el rey ordenó su encarcelación en prisión, allí le sacarían los ojos para que no trazara mas planos y se le cortarían la lengua para que no trasmitiera sus conocimientos. Los criados de palacio le daban de comer hasta que murió. Se comenta que en las ventanas del primer piso con el frontón triangular del palacio se halla la cabeza del arquitecto, pues el rey lo mando así para hónrale tanto en vida como en muerte. Al margen de esta leyenda, cuando se comenzó a edificar el palacio surgieron de nuevo los fantasmas. Un día el capataz empezó a gritar. Cuando se calmo explico que vio a dos fantasmas con cuernos y rabo trepando por la muralla del campo del moro. Nadie le hizo caso, pensaron que estaba alucinando, pero días más tarde unos obreros vieron lo mismo que su capataz. Se pensó entonces que se trataba de ladrones disfrazados, por eso decidieron poner guardias y ya no volvieron a ver las apariciones. Cuando ya se creían libres de fantasmas, un obrero cayo repentinamente al vacío desde un andamio sin que se supiera las causas. Algunos juraban haber visto una sombra que sobrevolaba alrededor del obrero empujándole al vacío. Aunque Felipe V no era creía en fantasmas, hizo caso a sus consejeros enviando a un fraile especialista en exorcismos a las obras. Este fraile baño a los obreros con agua bendita, les regaló medallas, escapularios y estampas de todos los santos. Desde entonces cesaron los accidentes por hubo circunstancias extrañas que ralentizaba el ritmo de las obras.